Una de las grandes tendencias que se observa en los consumidores es que quieren satisfacer sus necesidades de manera fácil y rápida. La tecnología les está ayudando a ello.
Todos los distribuidores buscan la manera de adaptarse a esta nueva necesidad, desarrollando para ello productos y servicios nuevos y reformulando los ya existentes.
En el mundo de la alimentación, los supermercados están desarrollando fórmulas para conseguirlo. Pero no solo ellos, la restauración también está abordando esa adaptación. Y es en estos desarrollos, donde ambos sectores están confluyendo y la barrera existente entre uno y otro, comer en casa o hacerlo fuera, se está difuminando.
Hace no muchos años, el consumidor decidía comer en casa o salir a hacerlo fuera. En cada uno de los casos la oferta estaba bien definida y segmentada. Para hacerlo en casa se acudía al supermercado y se compraba aquello que se quería cocinar o alguno de los productos preparados (precocinados) que existían o bien se llamaba a la única alternativa de envío a domicilio existente, las pizzas a domicilio o el chino del barrio. Para hacerlo fuera de casa, nos íbamos al restaurante.
Hoy en día las alternativas son múltiples. Para comer en casa se puede ir al supermercado y cocinar o pedir que te lo envíen, adquirir en ellos alguno de los, cada vez más frecuentes, platos preparados, solicitar en los numerosos restaurante tipo “fast food“ que te envíen a casa, acceder a restaurantes tradicionales vía nuevas empresas de reparto (Glovo, Delireroo, etc.) y más soluciones que se siguen desarrollando. Para hacerlo fuera de casa se puede, además de acudir a un restaurante, hacerlo en los nuevos espacios tipo cafetería, que los supermercados y otros distribuidores están introduciendo y donde cada vez hay alternativas más elaboradas.
Esa zona donde ambos confluyen, el servicio de comida a domicilio en restauración y el de platos preparados en los supermercados, es donde se están produciendo los incrementos de facturación más relevantes de ambos sectores (crecimientos a doble dígito).
Es por ello, por lo que estos dos sectores maduros, donde los crecimientos son muy estables, aprovechan estos nichos de fuerte crecimiento para darle un impulso a sus negocios. Es la llamada batalla por la cuota de estómago.